Rutina de día: Protección y prevención
El objetivo principal de la rutina matutina es defender la piel de los factores externos (como el sol y la contaminación) mientras la mantienes hidratada y fresca.
1 – Limpieza suave
Comienza con un limpiador adecuado para tu tipo de piel (gel para piel grasa, leche para piel seca o agua micelar para piel sensible). Esto eliminará el exceso de grasa acumulada durante la noche sin desequilibrar el pH.
2 – Tónico (opcional pero recomendado)
Un tónico sin alcohol ayuda a equilibrar la piel y prepararla para los siguientes productos. Busca ingredientes como agua de rosas, hamamelis o ácido hialurónico.
3 – Sérum antioxidante
Un sérum con vitamina C es ideal para el día, ya que combate los radicales libres, ilumina y potencia la protección solar.
4 – Contorno de ojos
Si tienes bolsas o líneas finas, aplica una crema específica para esta zona con ingredientes como cafeína o péptidos.
5 – Hidratante ligero
Usa una crema o gel-crema según tu tipo de piel. Si es grasa, opta por fórmulas oil-free; si es seca, busca ingredientes como ceramidas o ácido hialurónico.
6 – Protector solar (el paso más importante)
Nunca salgas sin aplicar un FPS de al menos 30, incluso si estás en interiores. Elige texturas fluidas si tu piel es grasa o cremosas si es seca.
Rutina de noche: Reparación y renovación
Por la noche, la piel se regenera, por lo que debemos aprovechar para nutrirla y tratar problemas específicos.
1 – Desmaquillado y doble limpieza
Si usas maquillaje o protector solar, comienza con un aceite o agua micelar, seguido de un limpiador suave. Esto garantiza que no queden residuos que obstruyan los poros.
2 – Exfoliación (2-3 veces por semana)
Usa un exfoliante químico (como AHA o BHA) para eliminar células muertas y mejorar la textura. Evita los físicos si tu piel es sensible.
3 – Sérum reparador
Los ingredientes estrella de la noche son el retinol (para arrugas y acné) y la niacinamida (para equilibrar y fortalecer la barrera cutánea).
4 – Contorno de ojos nocturno
Aplica una crema más nutritiva que la de día, con ingredientes como retinol suave o ácido hialurónico.
5 – Crema de noche o tratamiento específico
Usa una crema más emoliente que la de día, con ceramidas, péptidos o aceites naturales. Si tienes acné, opta por fórmulas con ácido salicílico.
6 – Mascarilla (opcional, 1-2 veces por semana)
Según tus necesidades: hidratante (con miel o aloe), purificante (arcilla) o calmante (avena o centella asiática).
Conclusión
La clave de una buena rutina de skincare está en la constancia y en elegir productos adecuados para cada momento del día. Adapta estos pasos según tu tipo de piel y necesidades específicas, ¡y verás los resultados en pocas semanas!
¿Ya tienes una rutina establecida? Cuéntanos qué productos son tus favoritos en los comentarios. 👇
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